dendritas

Quiero hacer ruido. Tal vez es eso lo que molesta. No es fácil estar con alguien que hace ruido por su cuenta, sin que nadie lo vea. El ruido más silencioso molesta, porque no hay testigos. Y si es triste hablarle a la pared, es igual de triste hablarle a millones. Es triste lo que pasa por la cabeza y es peor si sale y atraviesa al aire.

Un consuelo, una necesidad, un pasatiempo... Aún no terminamos de definirlo, porque parece absurdo y a la vez duele demasiado. Nos tocó a la mitad, tenemos un ojo puesto en este tiempo y el otro en el tiempo en que no podíamos extendernos como dendritas. Y así, con los tiempos mezclados en los ojos, vemos espectros. Y sí, claro que asustan.

Siempre me ha atraído y asustado mucho ese estado entre sueño y vigilia en el que tenemos sensaciones reales por impulsos irreales. Hoy, justo ahora, estoy realmente intrigrada y asustada, porque no distingo qué está pasando realmente. Estoy temblando y siento que mi respiración se rompió y los pedacitos están atorados en el árbol de atrás de la ventana.

Quiero hacer ruido. Pero no sale de mi. Sale en intentos y regresa en debilidad. No puedo hacer ruido. Me daría culpa hacer tanto ruido. Y si pudiera escucharse el alboroto -medio dormido, medio despierto- que siento en las manos, en la cabeza, en las raíces de los dientes y detrás de los ojos, yo preferiría arrancarme las dos orejas, romperlas con las muelas y comérmelas antes de que el árbol las robe a medio estruendo.

No quiero asustar a nadie. No quiero entristecer a nadie. Pero tampoco quiero no hacer nada con todo lo que me da vueltas, porque me marea. Tal vez lo que todos queremos es aventarle a los demás todo lo que nos gira al rededor. Como planetitas, como imanes. Atrapen mis sueños y mis vigilias, atrapen el espacio que las separa, que es el que le da reglas al sistema nervioso.

Otro día les cuento de cuánto me importa la tesis y cuánto sentido tiene dibujar o entiesar la vida de cualquier manera. ¿Cómo puedo hablar de "vida" de una forma tan general? Es tan amplio y tan abstracto que no significa nada. Estoy harta de mi trabajo porque no lleva a nada. Tanto tiempo, tantas razones y tantas extrapolaciones hacia el absurdo... ¿Hay que hablar de algo? Hablar de qué. Para qué. Yo quisiera hablar de cuánto duele estar consciente de cada latido de cada tejido del cuerpo. Pero no creo que sea claro con dibujos de peces. Ni con sensores, ni con motores. Ni con bocinas. Mientras más lo pienso más se vacía.

Hay cosas que no pueden decirse, hay ruido que no puede escucharse. Tal vez por eso tantos intentos, tantas simulaciones de voz. Tanta gente a la que hablarle, tantas formas de decir las cosas, tantos medios... y podrían multiplicarse para siempre, igual no podríamos hacer ruido. Estamos condenados al silencio y a que nos enoje el silencio, en todas sus formas. El sonido sigue adentro y sigue doliendo.

Me perdí una parte de mi vida. Cerré los ojos y me perdí el final. Sé que acabó, pero no lo veía venir. No podría temblar más.

Y ya no importa el ruido. Ruido blanco para todos ustedes.

Estancamiento samurai

En qué voy...

El proyecto de titulación está completamente atorado. En parte es culpa de la lentitud y burocracia de La Esmeralda; metí mi protocolo hace dos meses y aún no tengo respuesta alguna. La otra parte, obviamente, tiene que ver con mi propia lentitud y burocracia; yo solita me atoro, me hago pasar por trámites innecesarios, dejo todo para el final, enredo mis problemas personales y emocionales con todo al rededor y así. 

Y un paréntesis...

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Otra cosa es que empecé a dar clases y, aunque mi jornada laboral es sólo de 2 horas por día, me lo he tomado muy en serio y me ha quitado mucho tiempo. La clase se llama "Edición y experimentación con la imagen", que es una forma bonita de decir "Photoshop". Doy 2 niveles, básico y avanzado, y lo que de verdad me entusiasma no es enseñarle a mis alumnos cómo usar Photoshop, sino compartir formas de ver. Me di cuenta de que me entusiasma muchísimo hablar de imágenes, de lo que implican, de la información que hay en ellas, de lo que dicen. Me gusta mucho llevar referencias y ver cómo reaccionan mis alumnos con ellas... a veces es un choque y a veces es reconfortante. Muy chistoso.

Uno de mis alumnos el otro día  me dijo "Ay maestra, usted siempre tiene que decir cosas fuera de toda estética" (me dice maestra y me habla de usted, ja!). No entendí para nada a qué se refería, pero me dio mucha mucha risa. Está padre saber que, como maestra, soy capaz del barbarismo pre-helénico. La verdad me divierte mucho dar clases y me gustaría seguir haciéndolo por mucho tiempo. Aunque me gustaría más que fueran clases más enfocadas a lo que a mi me interesa... pero bueno, por ahora está bien.

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Entonces.... ¿En qué voy? Pues... por ahora no voy.

Mi proyecto de tesis tiene una parte importante que es la que me está costando mucho trabajo. Quiero hacer una instalación interactiva compuesta de personajes/objetos/bocinas/esculturitas de cerámica que funcionen como unidades gráficas para componer una especie de dibujo aumentado. Esa es la idea... pero estoy trabada en muchos sentidos: no sé hacer bocinas, no tengo dinero, no han aprobado el proyecto en La Esmeralda y mi asesor (Andrea Di Casto) al parecer está perdido estos días.

Metí ese proyecto a una convocatoria para ganar un apoyo (económico y de asesorías) en el Centro Multimedia. Aún no dan los resultados, pero ya mero. Mientras crucen los deditos.

Aquí está la descripción como más formal (como la metí a la convocatoria):

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Descripción y planteamiento

El proyecto que me propongo realizar, Metabolé, es una instalación sonora interactiva que, funcionando como un dibujo aumentado e inmersivo, debe generar respuestas sonoras ante la presencia y conducta de los espectadores. Para la realización de Metabolé me baso en el comportamiento y fenomenología que presentan las criaturas vivientes, esto es, seres vivos, máquinas y sistemas computables, así como en las relaciones interespecíficas y narrativas que presentan los seres vivos.

Mi intención es construir una instalación que tenga una presencia visual y gráfica fuerte, de tal manera que al verla recuerde a formas visuales y narrativas tales como las de cuentos y cómics, y que se sienta como si un dibujo estuviera fuera de sí mismo. Sin embargo, esta fuerza visual sólo funcionará como apariencia, ya que la instalación debe tener capacidad de percepción, interpretación y reacción (ocultas a primera impresión), es decir, de interacción.

(este es el boceto)

Hablando de este ambiente vital inmersivo, la capacidad de recoger información, interpretarla, generar reglas propias y responder me parece importante puesto que es una nota esencial de lo vivo. Y la razón por la que busco que esta cualidad de interacción no sea inmediatamente visible es porque me parece importante conservar el paso del que partí, cuando el dibujo simplemente se insinuaba como vida, antes de que fuera evidente que era un forma con las notas de lo viviente. Este paso como tal, es el puente del que se trata la instalación; de cómo los procesos orgánicos son comunes a todos los seres vivos (incluyéndonos), máquinas, sistemas y también al arte.

Descripción técnica

La instalación sonora interactiva constará de una serie de piezas de cerámica (20 piezas) de tamaño mediano (40 x 40 x 40 cm. aproximadamente) que funcionarán como objetos sonoros con capacidad de respuesta. Las piezas hacen referencia a algunos personajes ‘icónicos’, así como otros elementos, que fueron apareciendo en la serie de dibujo con la que comencé el proyecto. Estas piezas estarán intervenidas con elementos electrónicos y de audio: sensores, componentes electrónicos, piezo speakers, etc.

Cada pieza de cerámica funcionará como objeto sonoro y emisor de frecuencias. Cada pieza tendrá un sensor ultrasónico que estará emitiendo frecuencias de manera constante. Estas inaudibles frecuencias están haciendo ‘mediciones’ de distancia todo el tiempo, esperando a que algo se atravieze frente a ellas. En el momento en el que los ultrasonidos choca contra algo, los sonidos audibles se empiezan a manifestar en toda la instalación, haciendo evidente un ambiente.

(este es el diagrama de funcionamiento)

1. Los objetos sonoros (las piezas de cerámica) estarán equipados con sensores ultrasónicos que detectarán la presencia y algunos datos de conducta (movimiento, distancia, etc.) de las personas.

2. Los sensores estarán conectados a una placa de microcontrolador (Arduino Mega).

3. La placa, conectada a una computadora, se encargará de llevar la información recopilada por los sensores al software utilizado (la plataforma de Arduino).

4. En este software estará un programa con todas las instrucciones de la instalación; es decir, cómo interpretar la información recibida, qué hacer con ella y qué respuestas arrojar.

5. El software de la placa estará conectado con un software de audio (ya sea SuperCollider o PureData). Una vez recopilada la información que arrojen los sensores, ésta se enviará al software de audio.

6. El software de audio tendrá un programa que responderá de forma auditiva (ya sea sintetizando en tiempo real o sampleando, aún no lo sé) a los impulsos externos que reciban los sensores.

7. Por último, los objetos sonoros (las piezas de cerámica, equipadas a manera de bocinas), conectadas a la computadora, recibirán las ‘instrucciones’ del programa de audio. Ésa será la respuesta.

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Hasta ahí voy. ¡¡¡Opinen y den sugerencias!!!

Ta tá por ahora,

Samuraiceci

PD. La formalidad de este blog me está cansando un poquito porque casi nunca me siento tan formal como para escribir nuevas entradas, así que de ahora en adelante va para adentro cualquier cosa que me pase por la cabeza. Así sirve como bitácora, aunque sea bitácora de la confusión. Tal vez lo tieso del proyecto tiene que ver un poco con mi afán por mantener fuera los elementos personales, vivenciales y demás. Es difícil conciliar... no me gusta nada el arte auto-referencial, ni el arte profundo y conmovedor. En fin, a ver qué pasa.