Aunque mi cabeza parece la de un varoncito con la mirada perdida, la verdad es que es una máquina de Goldberg. Abandonar mi tesis, hacerme pirata, asquearme del arte, ser yo-sólo-yo y demás eventos, me dejaron con un sentimiento de absurdo que medio me gusta y medio me asusta. Me estoy convirtiendo en una caricatura, creo. Tengo algunas cosas claras, muy pocas, que no sé decir, pero todas están por ahí bailando en la cabecita de varoncito goldbergiano, espero que bailen en los dibujos también.
Cuatro dibujitos nuevos, de 14 x 14 cm. Aún no puedo dibujar en grande... Pronto.
(Click para verlos en grande)
Bite! Ñam.
Samuraiceci
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